5 d’abr. 2007

Nuevas fotos en el lateral del Blog!


[[*La Guerrilla Travolaka tiene el placer de presentaros una acción más en contra de la nueva ley de Identidad de Género, aprovada el pasado marzo por el Estado Español. En el lateral del blog encontraréis una muestra de las fotos que componen este documento y, a continuación, podréis ver el texto que adjuntamos con las fotos. Todo esto ha sido enviado a unas jornadas sobre transexualidad que se llevarán a cabo en Madrid en el mes de junio. Os mantendremos informados!]]

La Guerrilla Travolaka no celebra la nueva Ley de Identidad de Género. Admitimos que es un paso, un milímetro más, pero no es suficiente. Es un paso que debería haberse dado hace mucho tiempo: la vía administrativa en lugar de la judicial.
No nos vemos capaces de denominar a esta ley "de identidad de género", porque para nosotros no es así: no defiende cualquier identidad de género. Simplemente defiende la identidad transexual dentro del binomio hombre/mujer: hablamos del transexual que decide hormonarse durante, como mínimo, dos años. Y no todos queremos eso.

Nosotros creemos en - y vivimos con - cuerpos no hormonados, intersexuados, transgéneros. Vivimos lo que tanto miedo da: pechos con penes, vaginas y barbas.

Preguntamos: ¿qué solución ofrece la ley a los menores de edad?, ¿y a los inmigrantes?; ¿y si no nos queremos hormonar (ni durante dos años, ni nunca)? ¿Por qué las personas con alguna discapacidad psíquica no tienen los mismos derechos que las demás?

Lo más grave de todo: ¿cómo se puede etiquetar de "revolucionaria" y "vanguardista" una ley que sigue viéndonos como enfermos mentales? Porque "transexualidad" sigue siendo una patología, y a los "disfóricos de género" nos recetan hormonas y operaciones como cura. Palabra de psiquiatra.

Con la "Ley de Identidad de Género" se legaliza la enfermedad trans, se legislan las identidades y los procesos de transición de las personas.
Ha nacido, a nuestros ojos, una ley tránsfoba. Una ley que nos trata diferentes a cualquier otra persona. Nos obliga a pasar por el psiquiatra para que nos diagnostique una patología que no existe: ¿disforia de género? Nos exige modificar nuestro cuerpo sin opción a elegir: dos años de hormonas.

Todo eso para que el Estado controle el nombre y sexo de los individuos, para poder enseñar el DNI. ¿Y qué más le da al Estado nuestra identidad de género?